¿De verdad que nos vamos?

Y tan de verdad, el sábado ya estaba Diego calculando días de vacaciones libres para apuntarse también a la aventura Lituana ante la incrédula mirada de David que solo se le pasaba por la cabeza una cosa "¡No me jodas! es que se van a ir, ¡que se van a ir de verdad!".

Diego se debatía en la duda moral, en la ética estudiantil, de cogerse una semana para prepararse un examen, o cogérsela para ir a Lituania, le duró mucho la duda, al día siguiente ya tenía claro que se iba a Lituania, aunque solo la segunda semana, bueno, algo es algo.

Tras el finde éramos tres, a falta de que yo le diera el disgusto a mi jefe claro, que yo estaba muy convencido de irme dos semanas en septiembre a Lituania, pero mi jefe tendría algo que decir, ¿que no?

Cara de "me la estás liando, y no poco" de mi jefe, pero a un trabajador tan eficiente como yo no se le pueden negar unas vacaciones en Septiembre. Hecho, poco más de 72 horas pasan desde que la mente de Ángel junta los correos del Meliá y el Eurobasket, hasta que yo tengo el sí definitivo.

Así que confirmado, que nos vamos de verdad, Ángel y yo tenemos permiso, el día 5 de Septiembre ya podemos estar en tierras bálticas, Diego, una semana después, el día 11, todos hasta el 19, el día después de la final del Eurobasket. Pasaremos pues, tanto mi 25º cumpleaños, como el día del País Extremeño en algún punto del golfo báltico. Habría que esperar unos días para coger billetes de avión y entradas, a ver si alguien se apuntaba de última hora, o a ver si David conseguía rebañar días en su trabajo para venir una semana.