jueves, 8 de septiembre de 2011

Entramos en zona Eurobasket

Ocho de septiembre, día del País Extremeño, y nosotros perdidos por la geografía báltica. Atrás ha quedado la  amable Riga: sus gentes, su arquitectura, la molesta lluvia habitarán nuestros recuerdos. Más aún pues compartimos patrón. Tres días y un guía después, descubrimos la leyenda de San Jorge y el dragón, ¡en Riga! Esas sorpresas que tiene el viajar. 

Sin embargo el tiempo, inexorable como siempre, no se detiene. Nos espera Vilnius con el Eurobasket, y aunque sólo pasaremos dos días en la ciudad, el ambiente a competición deseamos que sea distinto.

Cuando empezamos a "planificar" esta aventura intuíamos las posibilidades, ya aquí permanece la sensación de irrealidad y siempre, la presencia de los que os tuvisteis que quedar en el País.

Feliz día de Extremadura.
Cuídense.

martes, 6 de septiembre de 2011

Toma de contacto - cervezas, rubias y lluvia

Segundo día en Letonia y no tiene pinta de que vayamos a ver el sol, pero rubias teñidas de morena y cerveza hay para aburrir. 

Nos empezamos a dar cuenta que la barriga cervecera es un mito, nadie gordo por la calle a pesar de la cantidad de cerveza que se consume, que yo pido una cañita y me ponen una jarra de medio litro!, con lo que deducimos que son las  tapitas lo que engorda, que aquí de eso no ponen, o que retiran a la gente gorda del centro para los turistas, a saber. Mención a parte necesitan esas rubias que quieren negar sus genes y se tiñen de morena, muy gracioso ver morenas de cejas rubias y ojos claros.

Muy amable los Letones autóctonos, y gran inglés el suyo, hasta tres mapas de Riga hemos juntado y nos seguimos perdiendo igual, pero siempre aparece alguien con ganas de perder el tiempo con nosotros, un segurata, una rubia… e indicarnos dónde estamos. Como hay mil parques, que lo barato que es mantener aquí el césped oiga, y el río  está por todos lados, pues no hay manera de ubicarse.

Bueno, desvaríos y tonterías a parte, esto mola un taco, prácticamente llevamos aquí solo una mañana y nos hemos pateado media ciudad, edificios soviéticos e iglesias ortodoxas se levantan a nuestro paso. Muy curiosa la visita al mercado también, y muy extraña sin ningún gitano gritando "a euro! A euro!", todo muy tranquilo, muchísimas setas y bayas que tenían pinta de haber sido recogidas horas antes de estar en el puesto.

Bueno, dejo ya el post, que se me esta acabando la alus y hay que seguir andando, esta tarde toca el puerto.