Pues ya en España y descansado empiezo a echar de menos la cancioncilla en el videomarcador del Zalgirio Arena, al final lo que menos ha habido en el blog ha sido baloncesto, entre partido y partido había poco tiempo para escribir, a ver si en los próximos días nos organizamos, vídeos, fotos y demás, que es que hay cosas que se merecen su post, léase el Lietuvazo, vaya si se quedaron serios los Lituanos cuando metió el triple ilievski...
En fin, mucho baloncesto los últimos días, sin parar vamos, a tres partidos por día, a excepción del sábado, que no íbamos a ver basket, pero a una invitación de un All Star con estrellas sub18 no se podía resistir uno.
Al final, viaje de vuelta tranquilo, nada de coger autobuses que llegaran a las 9 al aeropuerto de Riga, para despegar a las 10, bastante bien había salido todo como para cagarla al final y quedarse en Letonia, así que ni cortos ni perezosos alquilamos un coche para sentirnos como unos Lietuvenses más y conducir por esas carreteras tan... a ver cómo lo digo sin ofender... arreglables.
Así que sin tiempo para celebraciones, recogimos al conductor que luego se traería el coche de Riga a Kaunas con la esperanza de que condujese él, y se me presenta con un "hola, soy Sergas y tengo un sueño que te cagas", en inglés, pero dijo eso seguro, es más me sacó de Kaunas y se quedó frito, suerte que luego se despertó para guiarnos al aeropuerto, que estaba señalizado como se merece el aeropuerto más importante del báltico, sin ninguna puta señal. Eran las 4 y media nos podíamos permitir guiarnos por intuición, pero casi que preferimos el gps... así que nada, antes de las 5 facturando y a dormir en los bancos. Llegado a este punto tengo que agradecer a Diego que fuese tan agonías y no facturase hasta las 8 por si le perdían la maleta, gracias a él no pasamos a zona de embarque y no conocí los bancos cómodos para dormir, me tuve que dormir en unos bancos de hierro, fríos, duros e incómodos, es más intenté dormir sobre la maleta de Diego (sí, mi tamaño me permite dormir sobre una maleta) y siguiendo en plan agonías por si se rompía tampoco me dejó.
Agradecimientos a parte, el vuelo fue tranquilo, unos 20 minutitos de turbulencias pa cortarnos el sueño y a las 13:20, hora extremeña, estábamos en Madriz. Cómo no, en Barajas estuvimos como 40 minutos esperando a las maletas, que dicho sea de paso por momentos deseé que se perdiesen para que se jodiese Diego, se lo merecía después de no dejarme dormir en Riga.
El final del viaje, tres horas y media en tren desde chamartín, y con mi expresiva cara de cansancio viajil o viajero, cómo nos acordamos del AVE, para estar, 20 horas después de haber cogido el coche en Kaunas, en la estación de Trenes de Cáceres, todos los amigos esperándonos. Estábamos por fin en casa.
Lo dicho, en los próximos días, me organizo y sigo posteando, que esto no se acaba, de momento al menos.